¡Hola a todos! Hoy quiero hacer una reseña de un libro que acabo de terminar de leer. ¡Vamos allá!
Autora: Liz Wyler Número de páginas: 209
SINOPSIS
¿Puede una simple mirada desarmar toda una vida?
Lorena tiene treinta y cinco años, le apasiona la fotografía, no
se esfuerza por tener un aspecto impecable y llega siempre tarde a sus
compromisos, que no son muchos. Vive dedicada a su hijo de once años, Jorge, al
que adora, y a su marido Carlos. Un marido al que ama, pero que es adicto al
trabajo y está constantemente frustrado por un ascenso que no llega.
Algo cambia dentro de Lorena cuando se encuentra por primera vez
con Leo, el nuevo profesor de alemán y tutor de su hijo. Un profesor con aire
aventurero, con unos profundos ojos azules y una mirada firme.
Una mirada que le trae un recuerdo que le hace sentir viva.
Una mirada que le trae un recuerdo que le hace sentir viva.
MI OPINIÓN
El profesor de Alemán es una historia con la que muchas
mujeres pueden sentirse identificadas. Y ahora explico por qué…
El
libro está narrado en primera persona, desde el punto de vista de la
protagonista: Lorena. Ella es una mujer con una vida prácticamente normal: una
familia a la que quiere, unas rutinas diarias con las que está ya acostumbrada,
a pesar de no sentirse realizada del todo con ellas. En fin, una mujer casada y
con un hijo de once años al que quiere por encima de todo. Lo que pasa que no
todo es de color de rosa en esa vida, y, como a muchas otras mujeres, le falta
algo para llenar ese vacío que, en el fondo siente.
Tiene
una amiga, la única que puede considerar como tal: Pura. Se conocieron en el
colegio de sus hijos y desde entonces se han hecho inseparables, aunque cada
una con su propia vida y familia. En los ratitos que he podido leer la amistad
entre ambas he sentido mucha ternura. Esa complicidad que solo te dan las
buenas amigas, y no las simples conocidas, (que también las hay en esta
historia).
Estoy segura de que es solo un sueño. Tanta dicha, tanta
felicidad no puede ser real. Estoy segura de que es solo un sueño. Y no quiero
despertar.
Tengo
que decir que he empatizado mucho con Lorena. No quiero spoilear, así que no me
adentraré mucho en las cosas que esta misma ha hecho a lo largo de la historia,
pero sí quiero confesar que he comprendido gran parte de sus actos, (sean
buenos o no lo sean), porque todas las personas algunas veces nos hemos visto
en esa situación, o en la tentación de vivirla, cuando las cosas en tu propia
casa no andan bien.
Eso
mismo le pasa a ella con Carlos: su marido. A pesar de ser un hombre muy
trabajador, le falta lo más importante para hacer feliz a su familia: tiempo,
interés y ganas. La verdad es que he sentido unas ganas tremendas de que le
dijera “bye bye” a medida que iba leyendo y conociendo un poquito más su
matrimonio.
Si existe la patria, ésta es la mía. Quiero vivir entre
estos brazos, junto a estos labios, bajo el paraguas de estos ojos
maravillosos.
Jorge…
Jorge es el motor que mueve el mundo de nuestra protagonista. Es el niño de
mamá, por el que ella ha dejado todo atrás para dedicarse a cuidarlo, y ser
madre, en cuerpo y alma, las 24 horas del día durante cada día de su vida.
Esto
se le desmorona un poco cuando conoce a Leo, el maravilloso profesor de Alemán.
Este personaje me ha gustado mucho, aunque me hubiera gustado más conocer más
cositas sobre él. Espero hacerlo en la segunda parte J
Respecto
a los personajes, hasta aquí creo que llegan los primordiales. Luego hay
algunos secundarios, claro está, pero he decidido nombrar los que yo he
considerado más importantes en la historia.
Así, que solo hay una cosa que puedo pedir. Y solo pido una
cosa. Solo pido ser feliz.
Tengo
que reconocer que, al principio, no me llamó mucho la atención este libro.
Puede que sea por la portada, que, en mi opinión, no termina de hacerle
justicia a la novela (pero eso es solo mi opinión). La cuestión es que he
empezado a leerla con la intención de leer solo un par de capítulos, pues tenía
más cosas que hacer, y ya no he podido parar. ¡Me he leído el libro en solo un
día! Y eso quiere decir que engancha. Un
punto muy a favor de esta autora. El libro se divide en capítulos cortitos, que
hace que la narración sea muy amena.
Mantiene
un buen ritmo en todo momento. Y hay instantes en los que sufres con ella y
otros en los que disfrutas, tanto como lo hace ella. No puedo contaros mucho
más, porque eso tendréis que descubrirlo por vosotros mismos. Solo digo que me
he quedado con unas ganas inmensas de leer la continuación, pues el final, a
pesar de que lo ha manejado bien, no es el que yo hubiera querido para la
historia.
En
definitiva, os aconsejo que le deis una oportunidad a El profesor de Alemán,
pues seguro que no os va a decepcionar. Es un libro que te leerás en un suspiro
y que te hará sentir muchas emociones distintas.
He querido dejaros
frases del libro que me han llamado la atención, frases que me han llegado.
También la última frase, la del final, me ha gustado muchísimo. Pero esa
prefiero no decírosla.
Si lo deseas, puedes adquirirlo en versión digital, 2.99. O en versión papel, 9.39. Aquí:
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